viernes, 24 de diciembre de 2010

se me enamoro mi amiga separada.

Uno puede creerse la mejor amiga de alguien hasta que ese alguien te demuestra que se enamoro como a los catorce.
Yo que llevo diez años de matrimonio remado (gozando en este momento de muy buena salud) no puedo sino mirarla con envidia y recelo, 1. porque estoy segura que el enamoramiento dura lo que un pedo en una canasta, 2. porque soy envidiosa por naturaleza y detesto que se le achiquen los ojitos cuando atiende el celular y dice "es mi amor", 3. porque esa sensacion que uno a veces recupera de los anaqueles de la pasion de un matrimonio remado, en una relacion reciente es la constante.
La envidia malsana me carcome, su alegria, sus hormonas, su bajada de peso por horas y horas de saludable sexo.
Pero no puedo sino mas que alegrarme por ella, invitarla con el nuevo punto a comer un asadito, mientras ella divorciada hace 10 años disfruta de la adolescencia y la ausencia de sus hijas, comenzando su segunda adolescencia yo me encuentro inmersa en el maremoto de tres mil deudas y dos terroristas pediatricos que irrumpen en la habitacion cada vez que logro tres minutos de intimidad.
No importa mucho lo que a mi me pase, su felicidad nos alegra a todos, los proyectos, los mimos, la alegria ... pero en el fondo muy en el fondo me pregunto como hago para recuperar la magia de esos primeros tiempos.
Ya me estoy pergeniando una forma de enamorar a mi marido, una salida romantica que seguramente terminara en una conversacion sobre nuestras finanzas, eligiendo lo mas barato del menu y volviendo temprano porque la niñera a las 12 se va.
Me comprare una ropa seductora que usare una vez y luego la proxima vez que disponga de tiempo para usarla probablemente no me entre.
Le mandare mensajes romanticos al celular y el sistematicamente contestara ok, no por falta de entusiasmo, sino porque sabe que en media hora llega a casa.
Intentaremos ambos resucitar la adrenalina perdida hasta que nos gane el cansancio porque mis hijos demandan cine, zoologico, colonia, pileta, amiguitos, plaza y artesanias varias por culpa del receso estival.
Bien ... me alegro infinitamente por ella, estara feliz y yo acompañare su felicidad. Lo unico que espero es que me contagie un poco del espiritu de la primavera del amor porque si no me contagia es probable que en poco tiempo el punto este me empiece a caer mal...

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