introduccion de lectura obligatoria....

Ya esta lo decidí... he decidido plasmar lo que tantas otras ya han escrito, sin caer en el feminazi. Voy a tratar de desencriptar y desgajar esto que hacemos y somos las mujeres posmodernas...tengo que reconocer que siento cierta necesidad de reconocimiento de género, no sin autocrítica, claro. Es mas creo que es básicamente autocrítica.

Siento que es mi deber darle forma a estos relatos como un compendio de corolarios, aventuras, desventuras, tropezones, caídas y estoicas recuperaciones de papelones indecibles.

Lo veo así, es mi momento de contar como tantas otras mujeres, las boludeces que hacemos. Tomo pues historias mías, y prestadas.

Hago esto porque la mujer es un bicho que como los cachorritos aprende a hocicazo limpio, rollito de diario y plaf! ahí nos damos cuenta al cuarto o quinto episodio que justo, justo, justo ahí, no había que meterse.

Mi conocimiento en la materia se basa principalmente en que soy una mujer y tengo gran cantidad de amigas mujeres pero principalmente adoro a los hombres y a las mujeres en general, he aprendido que el humor es tragedia mas tiempo, y si tanta cagada hecha no sirvió para acumular sabiduría y canalizarlo a través del humor estoy perdida.

Como todo investigador que se precie tengo fuentes varias, las propias, las prestadas y las oídas. Todas terminan pareciéndose un poco, lo importante es que todas las historias que voy a contar no solo son ciertas sino que es probable que nos toquen en algún punto.

Voy pululando de Margaret Mead con la observación participante a la filosofía de Luisa Delfino y Jane Austen... una abanderada de las boludas.

Porque la posmodernidad nos agarro así ...boludas...

Esa es mi primera aclaración para lo que se viene, hay una enorme cantidad de mujeres convencidisimas que el posmodernismo le llego solo al hombre y que nosotras somos victimas de la liberación de nuestras madres, NO SEÑORITAS, es un poco cierto pero no somos ajenas, nos paso el posmodernismo por arriba como un bondi enojado.

Así fue que quedamos arrolladas, desgajadas, desmembradas y ahora tratamos de juntar los viejos arcaísmos románticos del siglo XVIII, los dogmas y mandatos del siglo XIX, las reivindicaciones del siglo XX y hace diez años que transitamos el Siglo XXI sin saber, ni entender como se manejan las relaciones interpersonales porque no lo dice wikipedia.